28 Mar 2024

El mundo del revés (Mateo 5,1-12a)

[Evangelio del domingo, 4.º Tiempo Ordinario – Ciclo A]

Mateo 5,1-12a:

En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles:
—Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
»Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados.
»Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra.
»Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.
»Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
»Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
»Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios.
»Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
»Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.

Los cristianos solemos conocer bien las bienaventuranzas; con ellas comienza el conocido «sermón de la montaña» o discurso del monte, que iremos leyendo en los próximos domingos (Mateo, capítulos 5 al 7). Las bienaventuranzas forman un poema, un canto de esperanza ante un mundo que está mal, que está necesitado de una renovación. Jesús anuncia que ha llegado Dios, que ha llegado su Reino, y que viene para ponerle remedio al mundo que el egoísmo ha estropeado.
Las bienaventuranzas suponen un cambio radical del mundo, lo ponen patas arriba, afirman que los infelices son felices, que Dios mismo los va a hacer felices.

Las cuatro primeras describen la confianza total en Dios:
1. Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Los «pobres de espíritu» no son solo los que no tienen dinero, sino los que, además, confían plenamente en Dios. Son los excluidos de la sociedad a los que Dios ama de forma especial. Para ellos, los que nada tienen más que a Dios, es el Reino; lo más importante lo van a poseer ellos, que nada poseen.
2. Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados.
Los que lloran, los que sufren, tanto por ellos mismos como por otros, van a ser consolados por Dios; van a ver que Dios restaura el mundo que les hace llorar, limpia el pecado y el egoísmo y restablece el bien.
3. Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra.
Los que sufren, los mansos, los que no se imponen a los demás, los no violentos, muchas veces son desposeídos de lo que tienen por los violentos. Jesús dice que ahora que llega el Reino los mansos van a ser los herederos de la tierra, del mundo.
4. Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.
Los que desean la justicia, los que quieren que la voluntad de Dios, que es voluntad de amor, triunfe en el mundo, van a ver hecho realidad su deseo.

Las otras cuatro bienaventuranzas tratan de las actitudes del cristiano, de cómo colaborar con Dios para que venga su Reino:
5. Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Los misericordiosos son los que se dejan interpelar por el sufrimiento de los demás, los que son capaces de ponerse en el lugar del otro y comprenderle. De ellos Dios tendrá misericordia, porque el amor profundo y compasivo es el rasgo más importante de Dios, según Jesús nos lo mostró.
6. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Los limpios de corazón son capaces de confiar en los demás, no piensan mal de los otros, sino que intentan ver siempre lo bueno. Ellos verán a Dios porque descubrirán que Dios está presente en el corazón de todos los que los rodean, porque verán a todos los hombres y mujeres del mundo como hermanos.
7. Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios.
Los que trabajan por la paz tienen una de las mayores tareas del mundo; la paz no se construye solo evitando la guerra; también cerca de nosotros, con los que tenemos más cerca, podemos ser constructores de paz y sanadores de discordias. Así seremos reconocidos como Hijos de Dios, como familia de Dios.
8. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Cuando Jesús afirma que son felices los perseguidos por ser justos, por buscar la justicia de Dios, está reconociendo que construir el Reino de Dios es difícil. Las bienaventuranzas no presentan un mundo ideal y perfecto que vendrá del cielo de repente. Es en el mundo real, el único que existe, en el que tenemos que trabajar, en el que estamos llamados a ayudar a construir el Reino de Dios, a luchar por la justicia.

9. Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.
La novena bienaventuranza es distinta; va dirigida a los que escuchan a Jesús, a «vosotros». Mateo la escribió pensando en su comunidad, que sí era perseguida e insultada por ser cristiana. También la escribe para nosotros, porque ser cristiano sigue siendo difícil hoy en día, aunque las dificultades hayan cambiado. Lo más difícil para nosotros es ser coherentes con nuestra fe. Jesús nos sigue pidiendo que vivamos en coherencia con su anuncio y nos sigue prometiendo que va a ser Dios el que le dará la vuelta a este mundo injusto para ponerlo del revés, para hacer felices a los que ahora anhelan la justicia y trabajan por ella.

(Domingo 4.º Tiempo Ordinario – Ciclo A)

9 comentarios en «El mundo del revés (Mateo 5,1-12a)»

  1. Gracias javi por tu comentario, no veas la falta que me hace estos dias, y se me avecinan nuevos problemas. Me encanta que este domingo coincida con las bienaventuranzas, llena de esperanza, si la palabra de dios esta viva, esta parte es de las que me llegan mas o quizas la que mas penetra en mi alma, como bien dices lleba de esperanza. Has dado una explicación muy actual.
    Me ha encantado como lo has titulado, el mundo al reves, y es que es cierto, y es algo que se nos olvida con mucha facilidad, cuando todo parece perdido, no esta todo perdido, dios coje y cambia todo lo malo que hay en el mundo y lo transforma todo en bien, le da a todo lo malo un giro de 180 grados, y cuando sabe que nosotros no podemos, Èl que nos ama, pone todo nuestro mundo patas arriba y todo lo mejora, todo lo cambia, y siempre va a mejor. jamas estará todo acabado por muy mal que se pongan las cosas porque dios está hay, y el lo cambia todo a mejor, solo tenemos que dejarle actuar. Y todo irá bien.
    Gracias señor por la esperanza, y la esperanza existe porque tu exxiste y actuas, unas veces a traves de nosotros, y otras veces directamente actuas. Siempre haces el bien, aunque los humanos nos empeñemos en no verlo, hasta eso nos cambias, no entendemos, y haces que entendamos. Solo tenemos que dejarte entrar en nuestros corazones.
    Gracias por volver el mundo del reves, y sacarnos de nuestras maldades.

    1. De nada, Andrómeda. Podemos confiar en Dios, que todo lo ha creado por amor y protege a su creación, aunque nos resulte difícil ver cómo.

  2. javi aunque habia poquisima gente me he acordado de ti, habia en mi ciudad una misa de san juan bosco… ¿era el santo de tu congregación?.

    1. Sí, San Juan Bosco es el fundador de los Salesianos. Su fiesta es el 31 de enero, el lunes que viene, aunque muchos de nuestros colegios, parroquias y centros juveniles ya han comenzado las celebraciones.

      1. javi, anonimo soy yo, la despistada, gracias por responderme, te escribo.

  3. javi una cosa mas. ¿puedes explicarme por qué es tan importante el día de la candelaria? se que en otros sitios se celebra mucho, pero en mi tierra no hay demasiada costumbre.

    1. Bueno, que se celebre más o menos dependerá de las tradiciones de cada lugar. Las fiestas más importantes de los cristianos son la Pascua y la Navidad.
      La candelaria se celebra 40 días después del nacimiento de Jesús porque Lucas dice que llevaron a Jesús al templo de Jerusalén “cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos”. En realidad Lucas está aludiendo al simbolismo del templo, más que a un hecho histórico. Es en el templo donde dos ancianos, que representan al pueblo de Israel, reconocen a Jesús como su Mesías y anuncian su destino de sufrimiento y de “luz para todos los pueblos”.

  4. Hola a tod@s. Buenas, Javi. A mí también me ha gustado mucho el título que has puesto al comentario. Y es que no es sólo no ser ni pensar al modo de los hombres, sino ¡al contrario!. Como cuando se dice que el Señor no se aferra a su categoría de Dios y luego dice ¡al contrario! se rebajó… o San Pedro no devolváis mal por mal ni insulto por insulto y luego añade ¡al contrario! responded con bendición…
    Siempre me llama la atención, no se trata de no hacerlo así sino al contrario. Y es que debe ser muy grande el antagonismo entre el bien y el mal de manera que en el mundo aunque mezclados van creando realidades totalmente opuestas.
    ¡Felicidades, salesiano de Don Bosco!
    Hasta pronto, Inma.

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