28 Mar 2024

‘Amigo, acércate’ (Lucas 14,1.7-14)

[Evangelio del domingo, 22º del Tiempo Ordinario – Ciclo C]

Lucas 14,1.7-14:

Un sábado, Jesús fue a comer a casa de uno de los jefes de los fariseos; éstos estaban espiándolo. Viendo cómo los convidados escogían los primeros lugares, les dijo esta parábola:
-Cuando te inviten a un banquete de bodas, no te sientes en el lugar principal, no sea que haya algún otro invitado más importante que tú, y el que os invitó a los dos venga a decirte: ‘Déjale el lugar a éste’, y tengas que ir a ocupar, lleno de vergüenza, el último asiento. Por el contrario, cuando te inviten, ocupa el último lugar, para que, cuando venga el que te invitó, te diga: ‘Amigo, acércate a la cabecera’. Entonces te verás honrado en presencia de todos los convidados. Porque el que se engrandece a sí mismo, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido.
Luego dijo al que lo había invitado:
-Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque puede ser que ellos te inviten a su vez, y con eso quedarías recompensado. Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los cojos y a los ciegos; y así serás dichoso, porque ellos no tienen con qué pagarte; pero ya se te pagará, cuando resuciten los justos.

En algunas parábolas se nos dice qué estaba viendo u oyendo Jesús. Ésta es una de ellas: «Viendo cómo los convidados escogían los primeros lugares…»

Para Jesús las actitudes humanas son la mejor manera de hablar de Dios. El deseo de pasar por encima de los demás ha estado presente en toda la historia, y sigue estándolo. Algunas veces con violencia, y otras de forma más disimulada; pero siempre es la misma actitud la que está detrás: ser (o aparentar) más que los demás.

El Reino de Dios que Jesús predica es distinto; en él nadie tiene necesidad de compararse con otros, de ser más que otros, de aparentar más que otros, porque todos se saben intensamente amados por Dios. Jesús sigue insistiéndonos en que es posible crear una sociedad en la que no necesitemos demostrar a cada instante lo que valemos, en la que se nos quiera sencillamente como somos, en la que no tengamos que ganarnos el afecto, el cariño, la felicidad… Una sociedad en la que el regalo sea más importante que el intercambio, la gratuidad más que la compraventa, la humildad más que la apariencia de grandeza.

(Domingo 22º del Tiempo Ordinario – Ciclo C)

7 comentarios en «‘Amigo, acércate’ (Lucas 14,1.7-14)»

  1. Me encanta esta parábola, y curiosamente, siempre me acuerdo de ella cuando voy a una boda. ¡Suerte que hoy en día se han inventado las listas de invitados por mesa y ya nadie tiene que pensar en qué lugar se sienta! XD

    Bromas aparte, me llaman mucho la atención estos textos en los que Jesús insiste tanto en la humildad y la igualdad. Siempre he pensado que resulta muy irónico que los comunistas lleven el ateísmo por bandera, porque si uno se atiene a lo que dice la Biblia acaba resultando de la ideología más parecida al comunismo es el cristianismo, y creo que precisamente por eso fue tan perseguido al principio.

    Por cierto, felicidades atrasadas por tu cumpleaños, ¡que cumplas muchos más! 🙂
    A propósito, ¿sabías que Virgo es el signo del zodíaco que más porcentaje de sacerdotes y religiosos tiene? 🙂

  2. Muy interesante tu comentario, Estelwen, no sabía eso que dices de los Virgo.
    Respecto al comunismo es cierto que parte de su ideología es muy cercana al cristianismo; aunque hay otros aspectos más filosóficos en los que se separa (el materialismo, por ejemplo). Para el comunismo, el mundo se explica por sí mismo, se encierra en sí mismo y no tiene sentido una apertura al más allá.
    Así que cristianismo y comunismo se parecen en algunas actitudes pero se diferencian en el fundamento, en el porqué, de esas actitudes.

    Gracias también (aunque atrasadas)por la felicitación.

  3. Aunque sea ya un tema pasado… Escribo un par de palabras.No puedo añadir mas a lo que poneis. Que me gusta sobre todo la parte final de este texto a a partir de "Cuando des una comida…".
    Javi tambien me ha gustado muchisimo tu explicación. Me encanta ese mundo ideal que describes.
    Con lo del comunismo yo tambien he visto siempre cierto parecido con el cristianismo, algo que me explica que haya sacerdotes comunistas por la informacion que tengo. Aún así, creo que son mayores las diferencias que las similitudes, cosa por la cual, no entiendo que haya sacerdotes comunistas… jajajjaja lo se, soy una contradiccion andante.

  4. Javi, hoy me he atrevido a escribir, aunque hace algunas semanas que leo tus reflexiones de cada Evangelio.
    Como siempre, precioso tu comentario de esta semana.
    Jesús , como tu bien dices, nos recomienda la humildad,
    la naturalidad, la generosidad en nuestras acciones de cada
    día. Es verdad que cuesta encontrar estas cualidades en la
    sociedad de hoy, donde lo que es reconocido es: el éxito a
    toda costa, el poder, las apariencias, el estar por encima de los demás, rodearse de personas importantes,hacer favores para recibirlos. No es fácil, hoy en día, ser como pide Jesús
    pero tampoco imposible. Seguramente que todos conocemos
    personas que actualmente son modelo de sencillez, entrega
    y generosidad. Si cada uno de nosotros intentamos ser así
    en nuestro entorno, conseguiremos esa sociedad que Dios quiere y de la que tu hablas.

  5. El comentario ya lo he hecho más arriba, pero no hay manera que desparezca otra vez la petición. Seguramente que algo he hecho mal.

  6. Ya estoy otra vez por aquí después de un tiempo “ausente”. Y quiero participar en esta “tertulia” sobre el evangelio de cada domingo. Siguiendo con lo que Javi ha dicho de que Dios nos ama intensamente a todos, hay algo que puede sorprender del cristianismo: que “Dios hace salir el sol sobre justos e injustos”, es decir, que Dios nos ama a todos por igual (seamos justos o injustos). Y creer en ese amor es el principio de la vida moral cristiana. ¿Verdad Javi?

  7. Gracias por vuestros comentarios, Montserrat y Paco. Os respondo ahora, de vuelta de vacaciones y preparando todo para las clases.
    Como decís, Dios cambia los esquemas tan radicalmente, que a veces nos cuesta comprenderlo. La acogida a la persona, sea quien sea, debe ir por delante de cualquier otra cosa. ¡Solo Dios es capaz de proponernos eso!

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